martes, 15 de mayo de 2012

Evitemos el abandono prematuro del juego entre los niños.

Cada vez son más los niños que dejan de jugar antes con juguetes y comienzan a jugar más temprano (entre los 3 y 5 años) con dispositivos electrónicos y más de un tercio juega solo.
El descenso de oportunidades de juego entre iguales impide que los niños desarrollen competencias esenciales para su futuro como adultos. El juguete es el rey entre los niños hasta los 7 años. A partir de  esta edad, se reduce su presencia a favor de la electrónica (53%) y el juego físico con los deportes (25%), y se produce un abandono prematuro del juego con juguetes a los 9 años.

Jugar es un derecho, fundamentalmente porque la vida infantil no puede concebirse sin juego. Es una de las fuentes más importantes de progreso y aprendizaje a lo largo de toda la vida, y de una manera especial, en la infancia. Es un impulso primario y gratuito que nos empuja a descubrir, explorar, dominar y amar el mundo que nos rodea, posibilitando un sano y armonioso crecimiento del cuerpo, la inteligencia, la afectividad, la creatividad y la sociabilidad.