Regalarse un momento del día, sentarse a cortar y plegar tiene un efecto relajante en quien lo realice, además de que permite ejercitar la imaginación y aumenta nuestra creatividad.
La repetición y orden de los movimientos distiende y aumentan nuestra capacidad de concentración.
Hacerlo en compañía fortalece lazos sociales y favorece la comunicación con otros y de esa manera compartir sobre sus vivencias personales e intercambiar ideas y conocimientos.
Colabora a que desaparezca el stress y la ansiedad desarrollando la paciencia generando un espacio creativo donde se pueden plasmar emociones, logrando a su vez, a desarrollar la motricidad fina o mejorar problemas motrices en quien los padece.
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